La razón implica el desencanto de mis ojos
que dejan su identidad, que perplejan
mi parte fiel, mi parte honesta,
aquella que cree y que dirán que es aciaga
pero yo digo desde esta parte que esta
se nutre de un deseo tan sano, tan libre
que soñé la frondosidad solo viendo el encanto
ajeno, que ya no ajeno transita mi voluntad.
Lo externo se hace irrisorio
la magnitud sufre de encanto porque
que triste es el espacio a cubrir
pobre que no sabia su devenir
mientras torrentes de ira
con gesto adusto intimidan
la pletora posible de un dia
que volviendo me encuentra allí.
Yo te digo, solo es reconocible
el hecho que no cae en las huestes
el hecho que no existe todavía
La página de un libro marcada por designio
de un dia agitado, lo que no cede nos obliga
porque se nos dice y es verdad que con fe
,y mientras estemos, se mantiene viva
la llama que cree en sí misma.
Autor, preguntemé personalmente por observaciones
ResponderEliminarMuy linda poesía, Olenín...siga escribiendo siempre.
ResponderEliminarQue los malos augurios bailen solos en la estratófera. Vos seguí caminando...
Un abrazo, un amigo de la red.