lunes, 2 de julio de 2012

El impulso de la hiel o la porfía inmensa

¿Qué esperar del martirio?,
¿qué esperar?
Si cansado yace en muestra
De la hiel a cuesta
Si rondando acomete
mientras esperan que atente

¿Cuándo ganarle al ansia?,
¿cuándo?
Intachable el quebranto
que acusa y, mientras tanto,
Se persigue vulnerable
como si fuese loable

¿Cómo saber si vale?,
¿cómo?
Dicen que todo goza
lo que valió las onzas
pero, ¿acaso no impulsa a comprar
lo que lo inicuo supo aventar?

Salvando las distancias
y sin perder la razón
se ve la causa furtiva
que enturbió la desazón
Y confrontando uno sabe
la malicia intacta, esa,
que es constante.

Escrutando el halo
de una virgen serena
encontramos que su quietud
bulle del brillo de la intención ajena
En un jolgorio un dia se escucha
que el matiz dado, que impulsa,
sólo hace efecto mientras se sufra

¿Qué esperar del martirio?,
¿qué esperar?
Sabiendo del alma su esencia
cabría la voluntad inmensa
Mostrarse, atarse a la porfía...
¿Qué mejor que atarse a la porfía?