Vuelvo para un rodeo de amor
juego con fuego de almas osadas
hago vicio de tormento eterno
y olvido las pausas de una visión pasada.
Me esclavizo de verdades que matan
generalizo por única vez bien
tanteo migajas en confusión casual
y reparto mis ojos a una conexión sagrada.
Pensaba al amor como un sorteo
caí en la cuenta de un amanecer constante
me quema la piel y mi reflejo actúa indeciso
dejate atar a este fortunio apremiante y esperá,
que las horas sabrán como pasar.
Banal el cuento de quien no pudo
permisiva a tu sol naciente la huella resonante
fantasía para falso andar, niebla tu sueño
y el sórdido espantapájaros cae en la cuenta restaurada.
Mil años como uno solo cuando pleno el presagio
todo tiñe de brillo a su par constante
ahínco de real andar atañe en flexible deseo
y vivo eterno en lo que dura la vida,
mi canto será eco, y tu serás quien lo retome.
Muy bueno Nico. ¿Te diste cuenta de que cuando rompes la estructura verbo-sujeto-objeto el poema toma otro ritmo? Fíajte, fíjate...
ResponderEliminarRetiro lo dicho, me gusta como queda así
ResponderEliminarEs verbo- sujeto- complemento. Es lo mismo que te dice Juan! A romper estructuras!!
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